Esta semana concluyó el primer taller de Arte Microbiano dictado por docentes de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Católica de Cuenca, y patrocinado por la Red Latinoamericana de Extremófilos REDLAE.
Se trata de una iniciativa del Área de Cultura y de los docentes de la carrera de Bioquímica y Farmacia: Andrés Yarzabal y Lenys Buela; quienes dieron paso a este encuentro que forma parte de un proyecto mundial denominado “Microbios, haciendo visible el mundo invisible a través del arte”.
Este proyecto pretende lanzar un llamado de alerta a la comunidad sobre las alteraciones que sufre nuestro planeta, y el impacto que causan en el funcionamiento de todos los ecosistemas naturales.
En el taller los participantes tuvieron la oportunidad de emplear microorganismos vivos (no patógenos) como verdaderas paletas de colores para la creación de distintas obras que posteriormente serán expuestas en un evento especial.
A través de la interacción permanente entre instructores y participantes, se brindó conocimiento sobre la diversidad de funciones benéficas que cumplen estos microorganismos.
El mencionado proyecto busca divulgar dos saberes; los efectos saludables de los microorganismos, pues, pocas son las personas que saben que el mantenimiento de nuestra salud, la fertilización de los suelos y la depuración de las aguas, dependen de las funciones de estos seres diminutos, entre otros muchos servicios que nos ofrecen. Y, por otro lado, está el planteamiento de una reflexión colectiva sobre el impacto que está causando el cambio climático en el funcionamiento de la biósfera.
En vista de este desconocimiento, se ha hecho un llamado a los científicos del mundo entero para contribuir a la “alfabetización en microbiología”, es decir, a actuar de manera concertada para darle a entender a la sociedad entera que “los microorganismos son el sistema de soporte de la vida en la biósfera”.
El bioarte, también llamado Agar Art o Microbial Art, es una iniciativa que ha recibido mucho impulso a nivel mundial en los últimos años como estrategia para visibilizar a los microorganismos. Por ejemplo, la American Society for Microbiology (ASM) impulsa cada año una convocatoria abierta a presentar obras artísticas basadas en el uso de los microorganismos.
Este taller es el piloto de un proyecto que pretende extenderse y salir puertas afuera de la universidad, para que escuelas y otras instituciones puedan aprender del mismo. (AMQ)
