Varias familias en el Azuay son beneficiarias del proyecto Misión Ternura del Ministerio de Inclusión Económica y Social, MIES, organismo gubernamental con quien la Universidad Católica de Cuenca mantiene un convenio de cooperación interinstitucional que posibilita que sus estudiantes de Medicina, Enfermería, Biofarmacia, Odontología y Psicología Clínica, a través de sus prácticas de Vinculación con la Colectividad atienden a alrededor de 1.300 niños y niñas de los sectores más vulnerables de cinco parroquias rurales de Cuenca, como son: Turi, El Valle, Sinincay, Ricaurte y Baños; colaborando en los Centros de Desarrollo Infantil, CDI´s y Creciendo con Nuestros Hijos, CNH’s, brindando atención y cuidado integral, especialmente a menores de seis años de edad.
Carmen del Rocío Parra Pérez, de la Católica de Cuenca quien es Coordinadora de Vinculación de la Carrera de Enfermería y Directora del proyecto de Alteraciones Psicológicas en Infantes, destacó que se viene trabajando para hacerle frente a la anemia, parasitosis, mal nutrición en torno al sobre peso y la desnutrición; así como la asistencia psicología a los padres de familia o personas responsables de la atención de los niños y niñas.
Patricia Álvarez, estudiante del sexto ciclo de la Carrera de Psicología Clínica, considera que la oportunidad de trabajar con niños y sus madres ha sido una experiencia “increíble”, ya que esto le ha permitido no solo crecer como profesional; sino también como ser humano.
En tanto que José Luis Endara, alumno del séptimo ciclo de la misma Carrera, comentó que junto a sus compañeros han conformado grupos de ayuda en los CNH´s y visitas domiciliarias, buscando potenciar el ambiente de inclusión y desarrollo de cada uno de los niños y niñas con quienes se trabaja, dijo.
Para la Educadora Familiar del CNH-MIES, Fanny Guaranda; la oportunidad de trabajar con los estudiantes de la Cato, ha sido gratificante, ya que la voluntad que tienen de ayudar y poner en práctica lo aprendido en las aulas universitarias son cada vez más evidentes, ante la empatía que han sabido desarrollar con todos quienes integran los proyectos; además cumplen los cuatro ámbitos del MIES, como: salud con ternura, promoción de alimentación y nutrición adecuada, fomento del juego para el aprendizaje temprano, y entornos seguros y protectores.
Actividades que sin duda han hecho posible concluir con un período lectivo exitoso, que finalizó con una ceremonia de graduación de los menores de edad, la misma que tuvo lugar en el Salón de la Ciudad. (TBR/MIP)
