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Johanna Pozo: primera científica ecuatoriana de la Society for Neuroscience

Johanna Pozo: primera científica ecuatoriana de la Society for Neuroscience

 

Con 28 años, Johanna Pozo Neira, ya ha sumado a sus conocimientos los saberes de una licenciatura en psicología clínica, de un diplomado en terapia asistida con caballos, reforzada con una tecnicatura en equino terapia; y finalmente, de un máster en neurociencias cognitivas en la University College London, en Londres.

Ella ha sido nombrada este 5 de septiembre como la primera científica ecuatoriana en ser parte de la Society for Neuroscience, que en español es la Sociedad de Neurociencias, cuyas siglas son SfN. Se trata de una comunidad mundial de médicos y científicos que se dedican a la investigación y difusión de los estudios del cerebro y el sistema nervioso.

La docente e investigadora que se desenvuelve en el Instituto de Neurociencias de la Universidad Católica de Cuenca, se muestra emocionada con la nueva membresía; este logro que ha recaído en sus esfuerzos, para ella, se traduce en oportunidades para la universidad a la que sirve, ella ve qué grandes puertas se abren, y no solo para la institución, sino para el Ecuador entero; puertas abiertas a la innovación y a la posibilidad de crecer, de avanzar, de expandirnos, de que los más vulnerables accedan a tratamientos que sí alivien sus afecciones.

¿Cómo llegó a la SfN?

Mientras pasaba por el encierro de la cuarentena, en pleno 2020, Johanna ideó un plan para no quedarse fuera de un concurso de neurociencias, en el que aplicó con una idea sencilla, pero certera, resultando la ganadora.

Ese momento dio inicio a la relación entre la SfN y Johanna; una vez superado el certamen, germinó en ella la intención de ser parte de esta comunidad donde se estudiaba la ciencia que la inspiraba, y el único requisito que necesitaba era la recomendación de dos miembros que dieran fe de su trabajo. Requisito que no le fue rápido conseguir, pero que encontró en dos de sus educadores de la universidad en Londres.

Antes de llegar a sus mediadores, buscó entre sus colegas, a miembros de esta sociedad “poca conocida en el país”, obteniendo cero resultados cercanos. Cayendo en cuenta que estaba sola en este camino, y antes de dar prioridad al desánimo por no encontrar guía entre sus coterráneos; tomó impulso para localizar aquella puerta que buscaba se le abriera, por lo que decidió acudir a quienes habían conocido de cerca sus primeros pasos en estos estudios. El resultado; un sí otorgado por sus maestros de la University College London.

Sobre los tratamientos en Neurociencias

La agenda está copada hasta finales de octubre, explica Johanna, se refiere a las citas que se dan en el Instituto de Neurociencias de la Católica de Cuenca; ahí se ofrecen varios tratamientos, como el de la neuro modulación no invasiva por corriente continua o por magnetismo, una de las técnicas con la que más trabaja la nueva miembro de la SfN.

“Significa trabajar con la electricidad que produce tu propio cerebro, con las ondas magnéticas que genera esa electricidad, para regular su actividad”. Que se aplica en casos de dolor crónico, ansiedad, depresión, entre otros cuadros; situaciones en las cuales hay resultados positivos “casi de inmediato”.

De acuerdo con Johanna, esta técnica es ideal para quienes han estado medicados durante muchos años por alguna afección de salud mental, sin obtener resultados. «Por ejemplo, un paciente que entra en un estado de depresión muy fuerte, y a los cinco días (con el tratamiento) está mucho mejor; llega, te saluda, sonríe; y te dice que ese día se levantó a buscar trabajo”, esos son los avances que valen la pena, para ella.

Este tratamiento de la neurociencia; la neuro modulación, puede alcanzar precios de hasta 4.000 dólares en el mercado general de la atención médica; precio que se otorga reducido en un 90% para la comunidad en el Instituto de Neurociencias de la Católica de Cuenca, donde el trabajo social, forma uno de sus pilares. Donde, incluso, en caso de ser necesario, se puede cubrir hasta el 100% del procedimiento.

Y aunque sus pacientes predilectos son los niños, quienes, por ser tan tiernos en edad, no son parte del público que recibe las bondades de la neuro modulación, pero sí de las terapias cognitivo conductuales; Johanna atiende a un gran número de personas adultas; por ello, revela, le fue grato enterarse qué la SfN, que ya viene trabajando tiempo atrás con la neuro modulación; ha sofisticado sus recursos, reemplazando el uso del aparato estimulador que va en la cabeza de los pacientes, por el láser; lo que hace más cómoda su aplicación. Una noticia que ha dado alas a su interés por mejorar las técnicas aplicadas en la ciudad, y ¿por qué no?; de replicarlas; una vez incorporada en las actividades y saberes de la Sociedad a la que ahora pertenece.

¿Y por qué la necesidad de atender la salud mental?

La importancia de atender la salud mental se refleja principalmente en evitar situaciones desgarradoras, como el suicidio. Según el Ministerio de Salud, Ecuador cerró el 2021 con una tasa de suicidios de 6.99 por cada 100.000 habitantes.

Y si bien las crisis de salud mental han estado en el mapa mucho antes de la pandemia por la Covid 19, la llegada de la enfermedad disparó el desarrollo de estas afecciones. La soledad obligada trajo consecuencias; como pequeños con impedimento de relacionarse, adultos mayores sumidos en el aislamiento, solos; casos que son recurrentes en quienes visitan el Instituto de Neurociencias; y por quienes, posibilitar el acceso de nuestra sociedad a este tipo de tratamientos, es vital. Pues, para Johanna, no solo basta con ser buen científico, porque “si tu ciencia no está sirviendo a tu comunidad, no sirve de nada”.

¿Cuál cree que es el mayor reto de la neurociencia?

“El volverse accesible”.

Para la científica, la barrera entre la neurociencia y la sociedad, es aún muy grande, y el mayor reto, señala, es generar coherencia entre lo que está haciendo la academia y la realidad de la comunidad.

Consejos para mantener una salud mental sana

Escribir, jugar, y pasar tiempo con animales.

A más de mantener una dieta saludable y hacer ejercicio periódicamente; Johanna rescata lo enriquecedor que es escribir; así se activan varias zonas cerebrales al mismo tiempo, lo que estimula un buen funcionamiento; además, recomienda los juegos de mesa y memoria; para mantener activo este órgano. Pero tal vez el más agradable de sus consejos, es la interacción con mascotas, ejercicio que disminuye el estrés y la presión arterial, y que, a su vez, aumenta la sensación de apoyo, disminuye el sentimiento de soledad y mejora el ánimo.

Un consejo para quien lee

Crear el hábito de la autocompasión, darse un momento en el día para hablarse y decirse lo bien que está haciendo las cosas, como “este es mi mejor esfuerzo”, reconocerse y permitirse descansar sin hacer nada por momentos estratégicos. Es muy común adoptar una actitud de exigencia sin contemplaciones, lo que puede resultar devastador para la salud mental.

Para terminar, la docente, anima a los lectores a ser valientes, a que sean más fuertes que el miedo o la timidez ante nuevos retos, y los invita a interesarse por las oportunidades que la SfN ofrece de forma abierta, a través de su página BrainFacts.org, desde donde difunde contenido científico, y, recuerda que la Sociedad lanza un concurso anual de videos de prevención en salud cerebral, en el cual todos pueden participar. “Seamos valientes y apliquemos a las cosas, busquemos oportunidades y siempre pensemos que hay alguien que va a apostar por nosotros”, declaró. (AMQ)

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